¿Qué es un pozos de visita prefabricado?
Definición y función
Un pozos de visita prefabricado es una estructura fabricada en fábrica diseñada para permitir el acceso a redes subterráneas. Su función principal: permitir inspección, limpieza, cambios de dirección o uniones entre conductos sin necesidad de excavar el colector completo. Son como las “puertas de servicio” de cualquier red subterránea.
Pozos de visita prefabricado para media tensión / eléctrica y para telecomunicaciones
Hay modelos específicos para instalaciones eléctricas (pozos para media tensión, bases para transformador) y para telecomunicaciones (handholes o registros compactos en banqueta). Estos diseños consideran requisitos eléctricos, entradas para ductos y tapas específicas de acceso.

Materiales y tecnologías habituales
Concreto prefabricado
El concreto hidráulico prefabricado es el estándar de la industria para pozos de visita prefabricado de gran tamaño, redes sanitarias y pluviales. Su éxito se debe a una combinación de resistencia mecánica, durabilidad química e inercia térmica que pocos materiales igualan.
Cuando el concreto se produce en planta bajo condiciones controladas, se eliminan muchas variables propias de la obra:
- Curado controlado: métodos como vapor o cámaras húmedas aseguran que el concreto desarrolle su resistencia total y reduzca fisuración por contracción.
- Refuerzo optimizado: mallas y varillas colocadas con precisión para soportar cargas verticales y laterales, tanto del tránsito como de la presión del terreno.
Además, el concreto tiene excelente comportamiento frente a fuego, alta masa térmica (regula cambios de temperatura) y gran estabilidad dimensional. En zonas con alto nivel freático, se pueden incorporar aditivos hidrófugos o recubrimientos internos para reducir filtraciones.
Ventajas de los pozos de visita prefabricado
1. Rapidez de instalación
Uno de los mayores atractivos de los pozos de visita prefabricado es que llegan a obra listos para instalar.
- Tiempo en sitio: mientras un pozo construido in situ puede tardar varios días en hormigonado, fraguado y habilitado, uno prefabricado se coloca y habilita en cuestión de horas.
- Eficiencia de obra: en proyectos urbanos, esta rapidez reduce cortes de vialidad y molestias a peatones y vecinos.
- Menor dependencia climática: la fabricación se hace en planta, por lo que no se ve afectada por lluvias o temperaturas extremas, algo crítico en temporadas de obra ajustadas.
2. Calidad controlada
En planta se trabaja bajo procedimientos estandarizados, con control de cada lote de producción:
- Dosificación precisa de agua, cemento, agregados y aditivos.
- Curado controlado que garantiza que el concreto alcance la resistencia especificada.
- Refuerzo colocado según planos y no improvisado en obra.
- Ensayos de laboratorio previos a la entrega: resistencia a compresión, absorción, estanqueidad.
Esto significa menos riesgo de variabilidad y fallas, algo que sí puede ocurrir en obra por factores como clima, falta de supervisión o mano de obra no calificada.
3. Durabilidad y resistencia
Los diseños de pozos de visita prefabricado están calculados para soportar:
- Cargas verticales por tránsito vehicular pesado.
- Empuje lateral del terreno en profundidad, evitando deformaciones o colapsos.
- Agentes químicos y abrasivos presentes en aguas residuales, drenaje pluvial o zonas industriales, mediante aditivos y recubrimientos protectores.

Mantenimiento y vida útil
El mantenimiento preventivo es clave para garantizar que los pozos de visita prefabricado cumplan su función durante toda su vida útil, que, con los cuidados correctos, dependiendo del material y de las condiciones del entorno.
La frecuencia y tipo de mantenimiento dependen de varios factores: material de fabricación, entorno de instalación (urbano, industrial, costero) y uso específico (alcantarillado, telecomunicaciones, media tensión).
Plan básico de inspección
- Frecuencia recomendada: cada 6 meses en entornos urbanos comunes y cada 3–4 meses en zonas industriales o con alta agresividad química.
- Revisión visual interna y externa:
- Buscar fisuras, desprendimientos o exfoliaciones en el material.
- Verificar que las juntas se mantengan íntegras y sin filtraciones.
- Revisar la alineación de tapas y su ajuste correcto para evitar ingreso de agua superficial.
- Control de sedimentos y obstrucciones: medir acumulación y limpiar si supera el 25% de la capacidad del fondo del pozo.
Al especificar un pozo de visita prefabricado prioriza: cumplimiento de normas, selección de material según corrosión y peso, dimensionamiento acorde a tuberías incidentes y tipo de carga, y verificación de juntas/tapas. Considera alternativas (PRFV o concreto polimérico) cuando el peso o la corrosión sean limitantes, y siempre valida con el fabricante los ensayos y fichas técnicas antes de comprar. Un buen pozo prefabricado es la base para una red subterránea eficiente y fácil de mantener.